En mi primer Anexo (Teclado griego politónico) expliqué cómo instalar el teclado de griego politónico en Windows 10. Aunque ya hice algunas indicaciones para realizar dichos cambios en otros sistemas operativos, he decidido dedicar una entrada entera a Linux ya que la distribución por defecto suele variar y son necesarias algunas aclaraciones si no queremos hacer uso de un teclado virtual.
En Debian GNU/Linux, utilizando el escritorio Gnome [1] debemos seguir la siguiente ruta.
Menú → Configuración → Teclado → Fuente de entrada
Una vez dentro, en Fuente de entrada, pinchamos en el símbolo +, en los tres puntos verticales y en Otra. Podremos buscar la distribución en el menú o escribir griego en el buscador. Ahí nos aparecerán varias opciones, Griego, Griego (extendido), Griego (politónico), Griego (simple) y Griego (sin teclas muertas). Debemos escoger el politónico ya que es el que nos permite usar toda la gama de espíritus y acentos del griego clásico. Tras seleccionarlo y darle a Añadir, nos aparecerá normalmente en el toolbar superior y así podemos alternar rápidamente entre Español y Griego.
En escritorios con KDE, encontraremos esta opción yendo a Preferencias del sistema, Dispositivos de entrada y Teclado. Lo mismo sucede si utilizamos otros entornos de escritorio. En general todas tienen un menú donde configurar o añadir una nueva distribución de teclado. En la Raspberry OS por ejemplo, ésta la podemos añadir desde la propia applet de teclado.
Una vez realizado este último apartado, tendremos la siguiente distribución.
Como vemos, las teclas no difieren en el alfabeto en relación con la distribución por defecto en Windows 10, pero sí lo hacen en los símbolos, algo que dificulta mucho el aprendizaje para aquellos que desean automatizar las combinaciones. No obstante, aunque tiene algunas desventajas, sí ofrece algunas mejoras. Entre las ventajas podemos decir que nos da acceso directo a algunos símbolos que en la distribución de Windows 10 permanecen más ocultos. Podemos acceder de una manera más rápida a las comillas inglesas y la letra Q, que antes nos daba acceso directo al acento grave, ahora nos ofrece tres posibilidades, el punto y coma (que en Griego equivale al símbolo de interrogación), el punto alto y los dos puntos. La utilización del AltGr agrupar más símbolos aunque esto incluye poder acceder de manera más rápida al apóstrofo que podemos usar como corónide, la distribución tiene algunas desventajas muy notables. El mayor error es no contar con combinaciones entre acentos y espíritus, algo que sí trae el teclado de Windows.
Eso implica que para mostrar una letra (por ejemplo, alfa) con acento agudo y espíritu suave (ἄ) debamos pulsar ambos (Acento+Espíritu), incluyendo la necesidad de utilizar Shift o AltGr si no requiere, antes de pulsar la letra α, aunque en ambos casos, dará igual el orden de las teclas precedentes. La cosa se complica cuando queremos realizar la misma combinación con la iota subscrita. En este caso utilizaríamos el mismo método, empleando Acento+Espíritu+Iota subscrita seguida de la vocal en cuestión. Por ejemplo, para omega (ω) con acento circunflejo, espíritu áspero e iota subscrita, deberíamos pulsar los símbolos de acento, espíritu e iota subscrita y por último la letra omega. No importa el orden en el que se ejecuten, todos van a aparecer en cuanto se ejecute la última letra. Es un método más lógico pero más largo de ejecutar. En la imagen de abajo podemos ver la diferencia entre ambos modelos de distribución.
[1] Es probable que en actualizaciones mayores de Gnome algunas cosas puedan cambiar. Ésta se probó por última vez en la versión 43.9. No obstante, no debería haber en principio mayor dificultad para encontrarlo, incluso en otros escritorios como KDE, LXDE o XFCE.