En el latín hay cinco declinaciones, compuestos por sustantivos y adjetivos que comparten algunas características. Desde un punto de vista lingüístico, entendemos las declinaciones del latín como el conjunto de los 6 casos en que un nombre (sustantivo o adjetivo) puede encontrarse (tanto en singular como en plural). Los tres primeros son los más fundamentales para el estudio, siendo el tercero el que más atención requiere dada su complejidad. Las declinaciones cuarta y quinta son menos frecuentes pero conviene conocer algunos ejemplos paradigmáticos. En principio, lo que distingue una declinación de otra es el tema y la terminación del genitivo ya que ésta es un rasgo distintivo que no se repite en otras. Cuando hablamos del tema hablamos de lo que queda de un nombre al separarlo de las desinencias. Como veremos el tema no se corresponde por su terminación del nominativo ya que debido la combinación entre el tema y el sufijo correspondiente surgen ciertas transformaciones (domino→dominus; leg→lex). Las declinaciones del latín, en este sentido se pueden concebir como un esquema o patrón de derivación de los sustantivos o adjetivos para adaptarlos a cada caso.
Primera declinación (Tema en -a; Genitivo: -ae)
Está compuesto por sustantivos y adjetivos femeninos. No obstante hay algunos nombres de varón (Catinina, Numa), oficios y ríos que utilizan esta declinación (nauta, scriba, agricola, Cotta, Sequana…). También palabras compuestas con -cola y -gena (alienigena).
Notas:
– En poesía, nombres compuestos en -cola y -gena presentan a veces genitivo plural (-um y no -arum). (Agricola-Agricolarum/Agricolum).
– Persiste a veces la antigua desinencia del genitivo en -as en algunas palabras (pater familias, mater familias).
– Locativo. Nombres en singular pasan a -ae (Roma-Romae; Malaca-Malaccae). Nombres en plural, se ponen en ablativo (Athenas-Athenis).
– Algunas palabras sólo se usan en plural (nuptiae, reliquiae, tenebrae, angustiae, divitiae, indutiae).
– Nombres como dea, filia, liberta cuando aparecen al lado de sus correspondientes masculinos presentan en el dativo y el ablativo una desinencia en -abus (filiis et filiabus)
Segunda declinación (Tema en -o; Genitivo: -i)
Esta declinación se subdivide en tres grupos atendiendo a la terminación del Nominativo Singular (NS). Tenemos nombres en -us (sustantivos y adjetivos masculinos y algunos femeninos); en -er (Sustantivos y adjetivos masculinos) y -um (sustantivos y adjetivos neutros). Aunque está compuesto por temas en -o, por cuestiones gramaticales complejas, la vocal se sustituye por otra al entrar en contacto con las desinencias (puero→puer).
Si vemos la tabla observamos en primer lugar el parecido entre los dos primeros y la reutilización de la misma terminación en los tres primeros casos en los neutros (-um). Un rasgo distintivo es la diferenciación que ocurre entre NS y Voc.S de los nombres en -us.
Esta declinación incluye una excepción, la terminación -ir de vir (hombre) que toma la forma vir en N y Voc singular.
Notas:
– Aunque en el ejemplo paradigmático aparece puer-pueri, la mayor parte de los nombres en -er pierden en los demás casos la -e- del N y Voc. del singular (por ejemplo: ager, agri).
– Algunos nombres en -er tienen el Gp en -um para evitar la acumulación de la letra r (triumvirorum→triumvirum)
Tercera declinación (Tema en consonante y en -i; Genitivo: -is)
Aquí debemos tener en cuenta que la tercera declinación está compuesta en primer lugar por temas acabados en consonante. Éstos suelen ser imparisílabos (en el Ns una sílaba menos que en el G). Un ejemplo de imparisílabo es consul-consulis y uno de parasílabo es hostis-hostis. Los temas en -i son parisílabos. Esta distinción determina en ese sentido las terminaciones (ver tabla). La complejidad de esta declinación reside en que los temas en consonante tienen una terminación variada en el N y Voc del singular. Esto ocurre porque en algunos casos no se les añade terminación y en otros casos se producen alteraciones fonéticas al entrar en contacto combinaciones especiales de letras. En los temas labiales (-b,-p) por ejemplo no se produce y simplemente se añade -s (princep→princeps; pleb→plebs) pero en otros temas cambia (lapids pierde la d → lapis) o no toman desinencia alguna (consul, mulierl, vigil, pauper…).
Notas:
– Hay unos temas mixtos (sustantivos y adjetivos) que se declinan en singular como temas en consonante y en plural como temas en -i.
– Lo que distingue a los neutros parisílabos de los primeros es fundamentalmente que hacen el Abl.s en -i.
– Según la terminación en los temas en consonante podemos hacer algunas inferencias (aunque generales) sobre la terminación del N y Voc del singular. Por ejemplo los temas en oclusivas labiales (b, p), dentales (d, t) y guturales (g, c) se forman con -s. Los temas en consonante líquida (l, r) no toman desinencia. Los temas en nasal -n pierden la n (en el caso de -on) o simplemente no toman la s (-en) y los temas en silbante (s) no toman la s en el Ns, pero por rotacismo, la se se convierte en r en los demás casos.
– Sólo hay un tema en nasal -m (hiem) que toma -s en el Ns (hiems-hiemis). Significa el invierno o la tempestad.
Cuarta declinación (Tema en -u; Genitivo: -us)
Se incluyen todos los temas en -u, tanto masculinos como femeninos. Ambos se declinan de igual manera. En el caso de los neutros, no toman la -s en el N, Voc y Ac. singular y el plural termina en -a. Los acabados en -us son generalmente masculinos pero hay nombres femeninos con la misma terminación (anus, acus, domus, idus, tribus).
No comprende adjetivos. La única excepción es angimanus, un adjetivo compuesto.
Notas:
– Esta declinación no sufre muchos cambios fonéticos.. En el Dat y Abl del plural la u se sustituye por i (por apofonía), -ubus → -ibus.
– Algunos nombres que tienen c delante de u conservan esa u para evitar confusiones con la tercera declinación (arcus, lacus).
– El Dat. singular termina a veces en -u (en lugar de -ui).
Quinta declinación (Temas en -e; Genitivo: -ei)
Son casi todos ellos femeninos aunque hay algún masculino (dies y meridies). Hacen el Ns con -es. De entre todas las declinaciones del latín, la quinta tiene pocos nombres y muchos de ellos son abstractos que no se suelen usar en plural (sólo res y dies tienen esta declinación completa). Comprende muchos nombres terminados en -ies (species, facies, canities, materies…).
En algunos documentos podemos ver una explicación más extensa sobre la evolución de las lenguas indoeuropeas y sus divergencias con el latín.